Alguna vez os habéis preguntado, por qué se cuelgan los jamones del techo?
Cuando vamos a un bar, restaurante o tienda de embutidos, siempre están colgados.
Bien, pues hoy en día se cuelgan para que la humedad vaya desapareciendo poco a poco, hasta que pueda ser consumido y también para que el exceso de grasa vaya goteando, por eso vemos que en la parte inferior los jamones tienen una especie de sombrerito de plástico, llamado chorrera, que recoge la grasa que gotea del jamón.
Pero cuál es su origen?
Nos remontamos a la época comprendida entre los siglos X y XIV en España, cuando la Santa Inquisición perseguía a los judíos, y bien es sabido que no pueden comer carne de cerdo, se tomó como hábito el colgar los jamones en un lugar visible, para que no hubiera sospechas y no ser considerado judío.
En los bares y tabernas, se colgaban para evidenciar que los judíos no eran bienvenidos.